La prevención de la violencia tiene varias aristas. El trabajo de las instituciones públicas y las diferentes carteras de Estado, es fundamental, como también lo es la participación ciudadana, las comunidades y el sector privado, junto al trabajo de las Alcaldías.
El proyecto de la Biblioteca Bibo está planteado desde una perspectiva de prevención de la violencia, no solo por el diseño arquitectónico de alta calidad, que ha tomado en cuenta la iluminación, el dimensionamiento adecuado y los equipos necesarios para que sea funcional y atractiva, sino, porque será un espacio para promover la lectura y cultivar mentes con el conocimiento.
Para este enfoque, tomamos como referencia la Estrategia Nacional de Prevención de la Violencia (ENPV) elaborada durante el Gobierno de Mauricio Funes. ¿Por qué? Porque al igual que la Política Nacional de Justicia, Seguridad Pública y Convivencia (PNJSPC), elaborada durante el Gobierno de Sánchez Cerén, la ENPV es la única estrategia de prevención de la violencia que existe, y por tanto, la única base a partir de la cual podemos construir nuestro enfoque.
La ENPV destaca la importancia de TERRITORIALIZAR el trabajo en materia de prevención y reconoce la centralidad estratégica de los gobiernos locales en la gestión de dicho esfuerzo. Por eso, una Bibo desde lo municipal, es la forma más acertada de impulsar este nuevo modelo de biblioteca pública. Y desde San Marcos, con el liderazgo de la Alcaldía Municipal, resulta ideal.
Es vital entender que el municipio es el eje principal de toda estrategia de prevención de la violencia y que la comunidad es el lugar específico donde se implementan las acciones.
En ese sentido, el proyecto Bibo tiene como objetivo contribuir al desarrollo humano y la calidad de vida de la población de San Marcos a través del acceso a la información, la cultura y el conocimiento de forma gratuita.
Se espera integrar la participación de múltiples actores: Organizaciones de la sociedad civil entre los cuales se encuentran, colectivos, centros culturales, academias, centros de pensamiento, empresa privada; pero también se espera incorporar a instituciones del Estado, cooperación internacional y así generar alianzas para participar en esta iniciativa cultural y educativa.
Objetivos específicos:
1. Contribuir a la reducción de las brechas de desigualdad existente entre hombres y mujeres, la exclusión social y el abuso a sectores vulnerables.
2. Fortalecer las condiciones que fortalezcan la dignidad del ser humano, el goce pleno de sus derechos, la sana convivencia de la población, como favorecer la coordinación y articulación de los diferentes actores sociales.
3. Contribuir a la reconstrucción y cohesión del tejido social, fomentando el sentido de pertenencia y la conexión entre personas, comunidades, sociedad y Estado. Para ello, proveerá espacios y generará contenidos que garanticen esta integración.
4. Fortalecer el capital del municipio (El patrimonio inmaterial y simbólico que posee un grupo social). Fomentaremos dinámicas colaborativas que eleven el nivel de confianza entre personas o grupos para aumentar las capacidades de la comunidad de actuar de manera organizada para adaptarse y transformar las condiciones del medio social y responder ante las necesidades.
5. Contribuir a la reducción de la vulnerabilidad social, disminuyendo el riesgo de personas o comunidades de ser dañadas, lesionadas o afectadas negativamente por eventos externos o que les generan una imposibilidad o limitación interna (personal) de poder sobreponerse al deterioro de su bienestar.
La Biblioteca Bibo se plantea desde una perspectiva de derechos humanos que reconoce los principios universales de equidad, igualdad y respeto hacia las personas, especialmente a niñas, niños, adolescentes, mujeres, jóvenes y personas de diferentes grupos (con discapacidad, de la diversidad sexual, adultas y adultos mayores, aquellas y aquellos que pertenecen a pueblos originarios, o a cualquier otro tipo de colectividad), a fin de crear contenidos acordes con esta perspectiva y estos sectores poblacionales.
El sector educativo es de vital importancia para la prevención de la violencia, la alta tasa de deserción escolar y desocupación infanto juvenil ha incrementado con la Pandemia Covid 19.
Promover la importancia de la cultura, la educación y el arte, a través de la lectura es un desafío, que requiere la participación de todos los sectores, no solo al educativo, sino la comunidad, la familia y la Alcaldía Municipal.
“Las acciones de prevención de violencia deben estar enfocadas en aquellos lugares donde la vulnerabilidad y el riesgo social son más altos, como se destaca en las diferentes propuestas metodológicas de abordaje de violencia escolar. Las acciones preventivas para la disminución de la violencia podrán dirigirse en correspondencia al modelo socio ecológico propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2002, que orienta acciones específicas a grupos específicos, en donde los factores de vulnerabilidad y riesgos son más altos”.[i]
Teniendo en claro esto, la generación de una cultura de paz y la legalidad va de la mano con iniciativas como la de la Biblioteca Bibo, a mayor acceso a la información, mayor conocimiento y equidad. La sana convivencia se debe construir desde distintos espacios, y la Bobo, es una oportunidad para contribuir a lograrla.
“La Unesco propone enfatizar en la necesidad de aprender a “vivir juntos(as)”, e invita a reflexionar “que no puede haber aprendizaje humanístico en pleno siglo XXI sin el aprendizaje de la convivencia”; Asimismo, hace énfasis en valores tales como la tolerancia y entendimiento mutuo, democracia, responsabilidad, universalidad, identidad cultural, búsqueda de la paz, lucha contra la pobreza, salvaguardia del medio ambiente, regulación demográfica y salud, incluyendo la mental.
Reconocer los propios derechos y que existen otras formas de convivir, de forma sana y empática con las demás personas, que, si es posible respetar la legalidad, y llegar a conformar en el territorio la cultura de la legalidad y la cultura de paz; es también un desafío al que la Bibo podrá contribuir, con el apoyo de todos los sectores públicos y privados.
Es el mismo sentido de la Estrategia Nacional de Prevención de la Violencia, que se orienta a concertar voluntades y articular acciones entre múltiples iniciativas institucionales y sociales, que contribuirán a la disminución objetiva y perceptiva de la violencia y el delito, basándose en la organización y participación ciudadana, gobernanza territorial, la concertación y la articulación intersectorial.
Todo ello requiere, como ya se ha dicho, una articulación eficiente, para generar acciones sostenidas de prevención de la violencia nacional y en los territorios.
[i] Política Nacional para la Convivencia Escolar y la Cultura de Paz”
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